El cielo se abrió y bajaron angeles

Si hay un día especifico del año que nunca deseo que llegue es el 23 de julio. Es un día lleno de dolor, sufrimiento, llanto y muy malos recuerdos. Pero no es dolor de ese que se quita con una pastillita. Es ese dolor que destruye. Dolor que desgarra el alma. Dolor que se intensifica con cada pensamiento, con cada recuerdo, con cada hora del día que pasa. Es el tipo de dolor que solo quien lo ha sentido comprende. Ese que jamas podrías expresar con palabras. Pero no puedo decir que es un día del todo feo, porque un día como hoy el cielo se abrió y bajaron hermosos ángeles a vestir de blanco y colocar las alas a nuestro niño, mi otro hijo, Alexander! 


Xander, como le llamábamos con cariño, era un niño muy alegre, trabajador, fuerte de carácter, pero de un tierno corazón. No tenias que decirle dos veces que había que limpiar el patio porque en un parpadeo ya el tenia lo necesario afuera y había comenzado la labor. Prefería trabajar la tierra y cuidar sus animalitos que sentarse a jugar Xbox. No era de escuela, ni estudios. Ese era el tema de todos los días entre mamá, papá y la escuela! Y se buscaban opciones, pero en el fondo creo que todos estábamos claros en que el había nacido para criar animales y labrar la tierra, para ser agricultor. Esa era su pasión. 

También era muy travieso. Cuando menos lo esperabas estaba riendo a carcajadas por alguna travesura. A mi me asusto en muchas ocasiones y se me caía la quijada al descubrir que era el haciéndome maldades. A pesar de su gran corazón y hermosos sentimientos, Xander detestaba que lo besaran! Algo que nos hacia reír y muchas veces lo molestamos obligándolo a besarnos o a dejarse besar. Era un gesto que debía nacer de el, no cuando alguien se lo pidiera (así deberíamos enseñar a todos nuestros niños). Y si, era de los que se limpia el cachete si lo besas a fuerza. Sin embargo, tenia un forma única de comunicar su amor. Su ojos coquetos podían expresar mucho y su dulce sonrisa gritaba mas. Podías detectar fácilmente que le agradabas.

Tristemente, nuestro amado Alexander solo estuvo en este mundo 13 años. Falleció un 23 de julio de 2010 en un accidente con una bicicleta. Accidente en el que salvó la vida de su hermanito menor haciéndolo caer de la misma, antes de recibir el golpe que acabo con su vida. No entraré en detalles. Hoy, ya se cumplen 5 años de aquel fatídico día

A pesar de lo fuerte y dolorosa que fue su partida, debo mencionar que trajo cosas hermosas. Así fue que conocí a mi Lola Yisely, su tití mas apegada, y a través de ella, a mi Lola Glenda. Desde entonces tenemos una relación que ha pasado de la amistad a la hermandad. Esos días también ayudaron a que la relación de su mami real, Mary conmigo, que fui su segunda mami (odio la palabra madrastra), tomara una mayor fuerza. La fuerza de una columna. Así me llamaba ella, "eres mi columna". Y es que en aquellos días difíciles permanecimos mas unidas que nunca. Hoy día Mary me dice mami y yo le digo hija, y no es que tengamos una enorme diferencia de edad, pues somos contemporáneas, Es que cada vez que mi Mary necesita un consejo, alguien que la escuche, un hombro donde llorar, aquí estoy yo para ella sin pensarlo dos veces y se que yo también puedo contar con ella! Le hablo "a calzón quita'o", como dice mi papá, y le doy consejos que ella jamas espera. Por otro lado mi esposo y el segundo papá de Xander, también establecieron una relación super solida. Ellos me sorprenden mas. En fin, nos convertimos en una sola familia, unida por nuestro ángel Alexander.

Estoy segura de que todo esto pudo ocurrir antes, pero solo Dios conoce el porque de las cosas y no pienso cuestionarlo. También pienso mucho en mi dolor y sentir y digo, que por mas que ame y me duele, JAMAS podré conocer y/o experimentar el dolor y sentir en el corazón de Mary y mi amado esposo Canito por la partida de Alexander. Solo ellos conocen el dolor de la sangre, el dolor de la entrañas. 

Hoy también doy gracias a Dios, y puede que suene fuerte, pero haberse llevado a Xander a corta edad nos permitió gozar todo lo bueno que el vivió, sin tener que verlo en el dolor y el sufrimiento que este mundo tan cruel a veces trae. Nuestros recuerdos de Alexander son todos buenos y cada vez que nos sentamos en familia y contamos historias terminamos riendo todos a carcajadas porque el era único. Cuanto te extrañamos y que falta nos haces sajorí!

Dios te bendiga, angelito nuestro! 

Te amamos y te recordamos todos los días de nuestras vidas. 

Descansa en paz; 

Jose Alexander Rodriguez Catalán

2/2/1997 - 23/7/2010

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