Hace unos dĂas publique la historia con mi hijo. (Si usted no la ha leĂdo, aquĂ le dejo el enlace: Mi historia; Mi hijo me va a matar!) RecibĂ tantos mensajes que decidĂ no dejarlos a medias y continuar contándoles lo que vaya ocurriendo. Esta vez toca el tribunal.
Ayer en la tarde fue la vista en el caso de violencia domestica de tercer grado de mi hijo contra mi persona. Sabrán que sentĂa que morĂa. NO fue solo el hecho de estar allĂ para ver un caso contra mi hijo o que yo fuera la victima. Era tambiĂ©n no saber absolutamente nada de como funcionan las cortes de Estados Unidos. Y si, Puerto Rico es parte de EU y tenemos un sistema legal bastante parecido, pero ¿quien no teme a lo desconocido? Mi estomago estaba atascado en mi garganta, y para colmo la fibromialgia me traicionaba. Ademas de los nervios, tenia el cruce de personas bien latente; la vĂctima y la madre. Esa batalla a muerte entre ambas me destruye por completo. Me sentĂa horrible.
Llamaron el caso. Se nos presenta a ambos y el juez se dirige a mi hijo. Le recuerda que se le dio la oportunidad de llenar unos documentos sobre su defensa y que el lleno el que dice que se defenderĂa el mismo.... QUE?!!!!! Un balde de agua frĂa rodĂł por mi piel y mis piernas fallaron. ¿Como un paciente mental, con la capacidad de un niño de 4 años va a defenderse a si mismo en corte? ¿Como lo permiten? Inmediatamente levante mi mano y cuando intentĂ© interrumpir, el juez me dio una mirada muy seria junto con un; "Señora, no interrumpa, no puede hablar". Pero, ¿como que no interrumpa, si mi bebe esta diciendo que se defenderá solo en una corte y el no sabe ni pedir una cita mĂ©dica por telĂ©fono?
Comienza la angustia a reflejarse en mi rostro, mientras el juez vuelve a dirigirse a mi hijo, quien esta acompañado solo de una traductora y le pregunta que si eso fue lo que el pidiĂł. AhĂ mismo regresa la madre en mi y por segunda vez intento interrumpir. Esta vez recibĂ una mirada matadora del juez, un regaño y una amenaza; "Señora, cállese! No le voy a permitir estas interrupciones en mi corte. Una mas e irĂ© contra usted". BajĂ© mi cabeza y sentĂ como otro balde de agua frĂa corrĂa por mi piel, pero esta vez brotaba de mis ojos! No podĂa aceptar que mi hijo se defendiera a si mismo. Es imposible, me decĂa! Y si, querĂa un abogado para que se defendiera de los cargos por la violencia contra mi persona! Y suena contradictorio, pero en mi ser no cabe, que yo, sabiendo que el no tiene la capacidad para hacerlo por si solo, permaneciera callada y me aprovechara de eso para que el fuera juzgado! Opte por acercar mi cabeza al oĂdo del fiscal y susurrarle "el tiene impedimentos mentales". El fiscal solo me hizo un gesto con su mano y cabeza, como diciendo 'tranquila, la comprendo espere'. Pero nada se detuvo, Nada cambio. Mi hijo tuvo que defenderse a si mismo esa misma tarde.
Esta historia continua aquĂ; Mi historia; La Vista por Violencia Domestica, parte II
Comienza la angustia a reflejarse en mi rostro, mientras el juez vuelve a dirigirse a mi hijo, quien esta acompañado solo de una traductora y le pregunta que si eso fue lo que el pidiĂł. AhĂ mismo regresa la madre en mi y por segunda vez intento interrumpir. Esta vez recibĂ una mirada matadora del juez, un regaño y una amenaza; "Señora, cállese! No le voy a permitir estas interrupciones en mi corte. Una mas e irĂ© contra usted". BajĂ© mi cabeza y sentĂ como otro balde de agua frĂa corrĂa por mi piel, pero esta vez brotaba de mis ojos! No podĂa aceptar que mi hijo se defendiera a si mismo. Es imposible, me decĂa! Y si, querĂa un abogado para que se defendiera de los cargos por la violencia contra mi persona! Y suena contradictorio, pero en mi ser no cabe, que yo, sabiendo que el no tiene la capacidad para hacerlo por si solo, permaneciera callada y me aprovechara de eso para que el fuera juzgado! Opte por acercar mi cabeza al oĂdo del fiscal y susurrarle "el tiene impedimentos mentales". El fiscal solo me hizo un gesto con su mano y cabeza, como diciendo 'tranquila, la comprendo espere'. Pero nada se detuvo, Nada cambio. Mi hijo tuvo que defenderse a si mismo esa misma tarde.
Esta historia continua aquĂ; Mi historia; La Vista por Violencia Domestica, parte II
Este obra cuyo autor es Daisy López está bajo una licencia de Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional de Creative Commons.
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