Alexander Rodriguez, Descansa en paz! (1997-2010)
Estoy sentada trabajando en mi blog de cuponismo y me saluda una seguidora muy chula y comenzamos a hablar de los chicos. Los suyos aun son pequeños. Yo le comento que las cosas que hoy la hacen pasar rabias serán los recuerdos graciosos del futuro y …zasss!!! mi mente se va al pasado.
Tenia casa llena; mis hijos y mis hijastros= 6. Posiblemente mi ahijada tambiĂ©n estaba. Compramos mantecados para los chicos. Pero las benditas cajas solo traĂan 6 y ellos eran 6 (quizás 7). Ademas, estábamos mi esposo y yo. AsĂ que compramos 2 cajitas y sobraron algunos guardados en el “freezer” de la nevera.
Al dia siguiente lavaba y guardaba ropa y al abrir la primera gaveta de mi hijo menor encuentro toda la ropa interior llena de chocolate y un empaque de mantecado derretido al lado. AhĂ mismo comenzaron los gritos y el juicio. Luego de preguntas, caras y lagrimas se encontrĂł el culpable; Alexander, mi hijastro menor. Nadie dudĂł de su culpabilidad porque “Xander” como le decĂamos, era un chico travieso, inquieto y muy curioso!
Los años pasaron. Ya los chicos son casi todos adultos. Hace poco, mi hijo menor, Fabyan (casi 18), en medio de un viaje de recuerdos al pasado, reviviĂł ese dia! Nos confesĂł que quien puso el mantecado en la gaveta habĂa sido el y no Xander. Como eramos muchos y el queria otro, lo guardĂł en la gaveta para que no se los acabaran y el comerlo otro dĂa! Ay, que mucho reĂmos, pero que sentimiento de culpabilidad tan grande me dio!
Angelito, que estas en el cielo, eso te pasa por travieso jajaja! Te amamos Alexander. Se que estas en mejor lugar. Guárdanos desde el cielo y guĂa siempre a tus hermanos para que no vuelvan a culpar a otros de mantecados derretidos en las gavetas!
Tenia casa llena; mis hijos y mis hijastros= 6. Posiblemente mi ahijada tambiĂ©n estaba. Compramos mantecados para los chicos. Pero las benditas cajas solo traĂan 6 y ellos eran 6 (quizás 7). Ademas, estábamos mi esposo y yo. AsĂ que compramos 2 cajitas y sobraron algunos guardados en el “freezer” de la nevera.
Al dia siguiente lavaba y guardaba ropa y al abrir la primera gaveta de mi hijo menor encuentro toda la ropa interior llena de chocolate y un empaque de mantecado derretido al lado. AhĂ mismo comenzaron los gritos y el juicio. Luego de preguntas, caras y lagrimas se encontrĂł el culpable; Alexander, mi hijastro menor. Nadie dudĂł de su culpabilidad porque “Xander” como le decĂamos, era un chico travieso, inquieto y muy curioso!
Los años pasaron. Ya los chicos son casi todos adultos. Hace poco, mi hijo menor, Fabyan (casi 18), en medio de un viaje de recuerdos al pasado, reviviĂł ese dia! Nos confesĂł que quien puso el mantecado en la gaveta habĂa sido el y no Xander. Como eramos muchos y el queria otro, lo guardĂł en la gaveta para que no se los acabaran y el comerlo otro dĂa! Ay, que mucho reĂmos, pero que sentimiento de culpabilidad tan grande me dio!
Angelito, que estas en el cielo, eso te pasa por travieso jajaja! Te amamos Alexander. Se que estas en mejor lugar. Guárdanos desde el cielo y guĂa siempre a tus hermanos para que no vuelvan a culpar a otros de mantecados derretidos en las gavetas!
Este obra cuyo autor es Daisy López está bajo una licencia de Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional de Creative Commons.
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